Hoy celebramos a la patrona de las Misiones
Su vida finalizó a la temprana edad de veinticinco años, el día 30 de septiembre Biografía de Santa Teresita del Niño Jesús Santa Teresita nació en Alençon, Francia, el 2 de enero de 1873. Sus padres fueron Luis Martin y Celia Guérin. Tras la muerte de su madre el 28 de agosto de 1877, Teresa y su familia se mudaron a Lisieux. Hacia el final de 1879, teniendo apenas 5 añitos, Teresita se fue a confesar por primera vez. Recibió la Primera Comunión el 8 de mayo de 1884, impartida por las monjas benedictinas de Lisieux. Algunas semanas más tarde, el 14 de junio del mismo año, recibió el sacramento de la Confirmación. Santa Teresita del Niño Jesús deseaba abrazar la vida contemplativa, como lo hicieron sus hermanas Paulina y María quienes habían ingresado en el Carmelo de Lisieux, pero fue impedida de hacerlo por su corta edad. Su vocación le saltaba del corazón
En una visita a Italia, durante la audiencia concedida por el Papa León XIII a los peregrinos de Lisieux el 20 de noviembre de 1887, le exclamó de lejos al Santo Padre, con una audacia de niña, que quería entrar en el Carmelo a la edad de quince años. "Entrarás si es la voluntad de Dios", fue lo que le respondió el Papa León XIII El 9 de abril de 1888 entró en el Carmelo de Lisieux. Recibió el hábito el 10 de enero del año siguiente, e hizo su profesión religiosa el 8 de septiembre de 1890. Ella cumplió de una manera muy especial con todos los pequeños aspectos de la vida diaria, con humildad, sencillez evangélica y gran confianza en Dios Santa Teresita del Niño Jesús trató con su ejemplo y sus palabras, de impartir estas virtudes a sus hermanas, especialmente a las novicias. Santa Teresita del Niño Jesús y los ángeles Santa Teresita del Niño Jesús solía decir a las novicias que por respeto a los ángeles siempre debemos tratarnos a nosotros mismos con gran dignidad .
Ella no podía soportar ver la menor contracción en sus rostros, tales como fruncir el ceño. Les decía: "El rostro refleja el alma. Por lo tanto, siempre deben estar tranquilas y serenas. Eso debe mantenerse, incluso cuando se está sólo, porque siempre estás a la vista de Dios y sus ángeles". En la "Historia de un alma", Santa Teresa explicó cómo se formó el hábito de la conquista de sus estados de ánimo: "Cuando las cosas que son irritables o desagradable me sobrevienen, en lugar de asumir un aire de tristeza, me respondo a mí misma con una sonrisa. Al principio no siempre tuve éxito, pero ahora es un hábito del que estoy muy feliz de haber adquirido" Luego de un tiempo, ella descubriría que su lugar era estar en el corazón de la Iglesia, así que ofreció su vida por la salvación de las almas y para el bienestar de la Iglesia.
El 3 de abril de 1896, en la noche entre el Jueves Santo y el Viernes Santo, Santa Teresita del Niño Jesús sufrió una hemoptisis, el primer signo de la enfermedad que la llevaría a su muerte. Ella le dio una gran bienvenida a este evento como si se tratase de una misteriosa visita del Esposo divino. Fue trasladada a la enfermería el 8 de julio. Mientras tanto sus sufrimientos y las pruebas se intensificaron. Ella murió, transportada por el amor, el 30 de septiembre 1897. Sus últimas palabras fueron: "Dios mío... te amo!", sería ese el sello de una vida que se extinguió en la tierra a la edad de veinticinco años. Así comenzó, como era su deseo, una nueva fase de presencia apostólica en nombre de las almas de la Comunión de los Santos, con el fin de liberar una lluvia de rosas sobre el mundo. Santa Teresita del Niño Jesús fue canonizada por el Papa Pío XI en 1925 y proclamada patrona de las misiones por el mismo Papa en 1927. El 19 de octubre de 1997, el Papa San Juan Pablo II la declaró Doctora de la Iglesia. Lo más destacable es su relato biográfico, La historia de un alma. En sus manuscritos autobiográficos nos dejó no sólo sus recuerdos de la infancia y la adolescencia, sino además, un retrato de su alma, la descripción de su experiencia más íntima.